EL AMOR NO ES COSA DE DOS, by Ada

¡Feliz San Valentín! Aquí os dejo un relato que esperaba subir en un momento especial. Este es el momento.


En la mente de una chica...

Por fin feliz, camino por las sinuosas calles de Granada. Se acabó el curso, empieza el verano y yo no podría ser más feliz. Después de un curso de duro esjuerzo, llega el descanso. Unos meses que espero que sean perfectos, en los que estar con los míos y divertirme, disfrutar.

Voy a torcer la calle, voy a seguir con mi paseo sin interrupciones pero me paro en seco. Le veo. Mis ojos se clavan en los suyos, que son de un precioso verde alga. Su cabello es negro y rizado, es moreno y su precioso cuerpo se marca bajo la camiseta ajustada. Es él y es perfecto. 

Y ahora comprendo que es el sentimiento del que tantas veces he oído hablar, esas mariposas que me revuelven el estomago, ese momento en el que te olvidas de respirar durante apenas un segundo ¿es eso enamorarse?

En la mente de un chico...

Por fin se acaba el maldito curso, llega el verano. Me encuentro apoyado en la farola de una plaza junto con mis amigos. Hablamos del verano, estará muy bien. Fiesta, diversión. Hacemos apuestas sobre con cuantas chicas nos liaremos, seguro que gano yo.

-Eh.-Me llama Dani.- Ésa te está mirando.-Dice señalando a una chica que tímidamente nos mira, no, no nos mira, me mira. No se cómo sentirme ¿alabado? Nuestros ojos se juntan. Tiene unos bonitos ojos azules, un piel blanquecina y el cabello oscuro, pero no es guapa ni de lejos. Ella se pone roja, y sonrie como embobada.

-No es mi tipo.- Digo. 

-Ni del tuyo ni del de nadie.- Comenta Dani riendo lo suficientemente alto para que ella nos oiga.
Se pone roja muy roja. Yo me rio y todos me imitan. Risas. Ella me mira mientras su labio inferior tiembla. 
Yo suspiro mientras los demás siguen riendo. 
 ¿Qué más da? Que se haya enamorado de mí no es mi problema.

Y así, los chicos rieron unos minutos y luego dejaron atrás el tema. Poco importaba. Y ella se fue con el corazón roto, el verano empezaba bien. Y tras esa humillación ella siguip¡o pensando en él cómo ideal, cómo perfecto. Porque aún sabiendo que no era cierto, su corazón seguía palitando fuertemente cuando pensaba en él, mientras esperaba a que el sentimiento abandonara su corazón.
Y por eso la joven acepta que EL AMOR NO ES COSA DE DOS, al menos, no siempre.   

By Ada