Ella está en
el centro del tornado, todo gira a mucha velocidad, a su alrededor. Pero la
niña permanece ahí inmóvil; quieta viendo como todo se mueve, como todo cambia:
todo excepto ella.
Se siente
sola, sus amigos también han empezado a girar y ella no puede seguirlos.
Entierra la cabeza entre sus manos. No sabe qué hacer. Siempre la han dicho que
no tenía que dejarse llevar por la corriente. Pero ella se siente tan excluida; ya no tiene a
nadie. Quizás deba ir con ellos, en fin, como dice la gente “Si no puedes
vencerlos, únete a ellos.”
La niña se
pone en pie mientras tiembla, avanza lentamente hasta la corriente, pero no
tiene fuerzas para hacerlo. Sus amigos la llaman dentro del tornado, la piden
que se una a ellos; la dicen que será
feliz, que debe cambia, que todo es muy divertido allí; la tientan con promesas
que se desvanecen en el aire antes de llegar a ser algo.
Extiende la
mano hasta que sus dedos rozan el tornado, siente frío. Aparta la mano de
golpe, tiene los dedos morados y congelados. No puede, no debe. Se vuelve a
sentar y cierra los ojos intentando ignorar lo que ocurre a su alrededor.
Cuando de pronto oye una voz. Se pone en pie bruscamente y se encuentra con
otra persona. Él también se siente excluído, él tampoco quiere cambiar, tiene
miedo, está perdido.
Los dos se
ayudan, se hacen amigos y ahora ella ya no se siente mal, ha encontrado a otra
persona como ella; ahora la reconforta saber que ya no está sola.
Madre mái,por Irial.
ResponderEliminarMe encanta es que me siento tan identificada,es una pasada. Esta genial,flordeverano,sigue así
Gracias! Creo que yo tambien me siento identificada xD
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