Bullying

Salgo al recreo, hoy como todos los días llueve, y ella hoy también esta sentada en el destrozado banco de la esquina, tan sola como siempre. Me acerco insegura.

-Hola- digo con la voz temblorosa

Ella levanta la mirada, tiene los ojos rojos e hinchados de tanto llorar, sus preciosos labios rojos ahora tiemblan por el llanto, esa chica llena de vida y alegría que llego hace cuatro años al instituto, no es la persona que esta ahora sentada en ese banco, intentando no llorar delante mio. ¿Y todo por qué? Porque tuvo la mala suerte de toparse con esas desgraciadas que solo buscan a alguien de quien reírse. Como si no tuvieran suficiente poniéndose verde entre ellas.

-Oye, que me he enterado de que tienes pensado cambiarte de instituto. Por favor no lo hagas

-¿Y por que no debería hacerlo?

-Porque huir no es la solución

Clava sus ojos dorados en mi, se puede ver que lo ha pasado mal, que ha llorado mas de lo que nadie lo ha hecho, que esta sola, que nadie ha movido un maldito dedo por ayudarla.

-¿Acaso sabes tu por lo que estoy pasando?- esta vez hay rabia en su voz - ¿Alguna vez has llegado a casa con la cara morada de todas las palizas que te han dado? Tú no sabes lo que es sentir que ya no te quedan lágrimas para llorar, desear no despertar jamás, porque cada día es una tortura que no lleva a nada- unas lágrimas traicioneras se deslizan por su cara mientras habla- ¿Tienes idea de la cantidad de veces que he deseado que todo esto acabara de una maldita vez? ¡No tiene sentido vivir así! No puedo mas, ver a mi mejor amiga insultarme como todos los demás. Aquella gente a la que yo llamaba amigos me ha destrozado, no le importo a nadie, no puedo aguntar más tiempo así- dice ahora ya llorando desconsoladamente- No tengo fuerzas para seguir levantándome, no podré aguantar otra paliza más, otra vez volver a casa con los ojos hinchados, soportar los gritos de horror de mi propia madre, poner la música a tope para que mis padres no me oigan llorar, abrir el móvil para recibir los mensajes de burla de esos asquerosos de mierda que antes eran mis amigos. Es más fácil rendirse, tirar la toalla y por fin descansar

La abrazo, mientras ella llora mientras su cuerpo se convulsiona por sus sollozos.

-No pasa nada,  no puedes dejar que lo que digan esos imbéciles te afecte, cada lágrima que derrames por su causa, es una chispa de satisfacción que les das. Porque lo único que quiere esa gente es verte sufrir, ellos desean hundirte, y solo por eso debes seguir luchando, aunque solo sea por no darles la satisfacción de ver que han ganado. Se que es difícil seguir cuando no tienes nada por lo que seguir luchando, se lo que se siente al pensar que estas sola. Te comprendo.

-No, tu no lo sabes

-Te equivocas, porque yo también he sufrido esto que tu estas pasando ahora

-Pero eso es imposible… ¿Cómo lo superaste?- pregunta con la voz aún temblorosa

-Un día me levante de la cama y decidí que iba a cambiar, que no iba a derramar una lágrima más, ese dia me dije que ya no me volveria a importar lo que pensaran esos imbéciles, que iba a ser quien de verdad era, que no volvería a soportar otra paliza más, que la próxima vez que alguien me llamara fea yo le respondería troll, que si alguien se reía de mi yo lloraría de pena por él, me propuse que la próxima vez que viera a esa chica que me juro amistad eterna, pero que luego se fue, la diría todo lo que pienso, que no me volvería a importar lo que dijeran los demás.

-¿Y…?

-Y eso hice, ese día llegue a clase, al entrar recibí las mismas burlas de siempre, nada había cambiado excepto… yo. Cuando el típico cabeza de chorlito me llamo “pringada de mierda” Yo me puse en pie y le dije “No me puedo creer que después de mirarte al espejo, tengas el valor de decirme eso a mi” Él chico, se me quedo mirando de forma rara, y se hizo un silencio en la clase, yo me diriji hacía mi mesa  y así empezó todo. Ahora hasta les agradezco a esos desgraciados lo que me hicieron, gracias a ellos me he hecho más fuerte, he madurado y he aprendido a defenderme yo sola. Hace mucho tiempo que nadie me insulta, pero yo aún sigo recordando todos esos años en mi mente, ¿cómo iba a olvidarlos?. Pero aún así seguí hacía adelante, porque esa es la razón de vivir, seguir siempre hacía delante, aunque llueva o haga frío aunque no seamos capaces de ver una salida, aunque todo este oscuro hay que seguir adelante.

-Tienes razón- dice enjaguándose las lágrimas con la manga de la chaqueta- Gracias de verdad

Y dándome un abrazo se aleja, suspiro, de pronto noto una mano cálida en mi hombro, se perfectamente que es él.

-Eres muy valiente, por ser capaz de perdonar

-Juraría que ya ni se acuerda de que ella fue una de las personas que mas se río de mi en su momento- murmuro con la voz cansada.

-Mira como ha acabado

-Me encantaría poder decir que se lo tiene merecido, pero en verdad nadie merece esto

-Eres íncreible- me giro hacía él, sus ojos verdes brillan con admiración- A pesar de todo lo que te hizo sufrir, la has ayudado, aún cuando estoy completamente seguro de que ni se lo merecía. No muchas personas son capaces de hacer eso.

-Sí el mundo estuviera lleno de personas como esa gente, la humanidad se habría venido abajo, siempre se necesita a alguien que sea capaz de obrar bien. Porque es fácil hacer el mal, lo difícil es hacer lo correcto.

-Por eso te quiero

Me atrae hacía él y suavemente junta sus labios contra los míos. Siento como un millón de mariposas se agitan en mi estómago, pero con él siempre es igual

-¿Sabes? - le susurro al oído- Si todo lo que he vivido es lo que me ha llevado hacía ti, lo volvería a pasar mil veces sin dudarlo siquiera.

Y sin esperar su respuesta le beso haciendo que mi corazón se acelere hasta el punto de parecer un corcel desbocado.

Porque puede que a veces parezca que jamás volverá a salir el sol, pero siempre encontraremos algo por lo que merezca la pena seguir luchando


By flordeverano.