Fui libre


Me fui sin nada. Solo cargada con mis sueños y mis ilusiones, solo con una sonrisa en la cara y un par de monedas en mi cartera. Me fui a ver mundo, quería vivir mi propia aventura. Era joven y soñadora, mi única frontera era mi mente. Podía hacer lo que quisiera, mi vida me pertenecía. Me comería el mundo, mi nombre sería conocido en todos los países, hablaría todos los idiomas y nada podría pararme.

Ese día me puse unas gafas de sol cogí el coche y decidí ir a donde me deparara el destino, recorrí el país, y luego viaje a otros, dije “gracias” en 10 idiomas diferentes. Vivía de lo que me daba la vida, jamás necesite más que un lecho donde dormir y un trozo de pan que llevarme a la boca. Nunca supe hacia donde me dirigía, a que lugar iba a llegar o que iba a hacer, me limite a no dejar escapar las oportunidades, a vivir intensamente cada día, a no gastar tiempo lamentando, pues de nada servía. Fue mi destino el que me llevó a ti.

Recuerdo lo bien que lo pasamos juntos, comimos pizza en Italia, dormimos al amparo de las estrellas, la luna fue el único testigo de nuestro amor. Él mar envidiaba nuestra libertad y el sol nuestra alegría. Te enseñe el mundo, reimos y lloramos juntos. En nuestro pequeño coche nos recorrimos la costa Italiana y luego te lleve a Córdoba y a Granada. Me dijiste “Te quiero” en francés, alemán, inglés… Ya no estaba sola, fuiste mi compañero de aventuras, mi amigo fiel, te conte todo. Eramos uno. Hasta que llegó el día en el que te arrodillaste ante mi y me dijiste: “Casate conmigo”. Nuestra boda fue preciosa, yo no lleve un vestido blanco, no hubo una gran celebración. Pero aún así fue perfecta, porque estabas tú.

Los años siguientes fueron maravillosos, yo solo quería un hoy para nosotros, pero llego un momento en el que tú empezaste a desear un mañana. Querías asentar la cabeza, establecernos en un lugar, formar una familia. 

Me corté las alas por ti, guardé todos mis sueños en un cajón para no sacarlos jamás. Busqué un trabajo fijo, una casa en la ciudad. Tú sabías que yo no era feliz, que me sentía como un pájaro enjaulado, que necesitaba ser libre. Pero no te importo.

Conseguí un trabajo de secretaria en una oficina, tú te hiciste informático. Te volviste frío y calculador, ya no eras el chico del que me enamoré. Llegabas a casa enfadado, muchas veces gritando.

Hasta que una mañana de abril me marché. Me di cuenta de que esa no era mi vida. De que necesitaba vivir, te deje una nota, posiblemente ni la leyeras.

Porque tome la decisión de marcharme, el día en el que me di cuenta de que habías dejado de decirme “Te quiero”, cuando me percaté de que había pasado demasiado tiempo desde la última vez que me besaste. Cuando supe que ya no nos amábamos, entonces vi que tú eras la única cosa que me mantenía atada a ese lugar, y te habías ido.

Hace ya demasiado tiempo que no se nada de ti, yo he vuelto a ser como antes de conocerte, he vuelto a vivir. Pero jamás… he vuelto a enamorarme

By flordeverano

2 comentarios:

  1. Flor, deberías de dejar de escribir estos maravillosos relatos basándose en ti, porque me partes el corazón. O en mi, si me apuras. Porque siempre te he visto libre como un pájaro, sin miedo al fracaso, que no distingue fronteras, ni aduanas, ni paradas, ni prohibidos. Para ti no hay cielo con nubes, pues solo buscas volar, sentirte libre, y me encanta que lo hagas, pero también me da envidia (de la buena), y me encantaría ser como tu.

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  2. Jo, muchisisisimas gracias eso es de las cosas mas bonitas que me podías decir!!. Me encantaría vivir todo eso, yo siempre he querido viajar por todo el mundo, vivir mi vida como si fuera una aventura, y estoy segura de que algún día lo lograré. Eso si tú te vienes conmigo xD!!!

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Quiero leer todas las estupideces y cosas interesantes que tengas que decir.
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