Humanos, by con.a.de.ada

 Primero caminas perdida por un mundo de sombras. De sombras que te miran y que te asustan al no comprenderlas. Andas a oscuras, no hay ni una sola luz que te guie en el camino. Y de pronto alguien te tiende la mano, alguien te toma entre sus brazos y te jura un sentimiento infinito. Tú caes en las garras de las promesas prometidas. Crees que eres capaz de lograr todo aquello que antes no has sabido hacer. La seguridad antes inexistente aparece y piensas realmente que en cualquier momento comenzarás a volar sin necesidad de alas de nube. Así que cuando tu vida tiene un sentido, cuando todo es tan perfecto como puede ser, la mano te suelta. Sí, te suelta. La oscuridad vuelve y aunque tus piernas rocen el suelo y seas perfectamente capaz de mantenerte en pie, caes. Caes, caes , caes y caes en un pozo sin fondo. Y es como si tuevieras que aprender a hacerlo todo de nuevo, sin la ayuda del que juró estar a tú lado para siempre, sin esa persona que te engaño. 
Al final aprendes a existir de nuevo y vuelve a girar el mundo. Entonces otra mano te quiere llevar por el camino fácil y entre besos, caricias y abrazos te jura una inmortalidad a su lado. 
Pero vuelve a desaparecer el punto de apoyo, todo vuelve a repetirse y no has aprendido nada del último golpe. Esto ocurrirá siempre, porque eres humana y los humanos somos los únicos animales que tropiezan dos veces con la misma piedra y que además, lo hacen por gusto.