Sometimes you have to be your own hero, by Ada

Esa mañana se despierta todavía peor que la noche anterior. Las lágrimas han borrado todo signo de belleza en su rostro. Intenta levantarse, lo intenta con todas las fuerzas que le quedan, pero el dolor evita que se pueda poner en pie. Y es extraño lo que siente en ese momento, en el que su mundo se hace pequeño.

Ese día el sol brilla, los pájaros cantan y todos parecen danzar al son de una alegre melodía que ella no puede escuchar. Y todo el mundo parece feliz, cada uno a lo suyo. Todos ajenos a lo que ella le ocurre, a lo mal que se siente.
Espera y espera a que alguien se acerque a socorrerla. Y sigue esperando. Se ve envuelta por un mundo al que nada le importa el sufrimiento ajeno. Que se crea un fachada de solidaridad pero que en el momento de la verdad, nadie mueve un dedo por el otro.

Al fin entiende cómo es la cruda realidad. En ese mundo tan precario en el que le ha tocado vivir, nadie la va a ayudar. Cada uno procura salvar su culo. Así funciona. Y no puede esperar a que alguien vaya a socorrerla, no puede seguir esperando. Porque hay veces en las que cada uno ha de ser su propio héroe. 




By Ada.