Como os habréis dado cuenta, hace meses que no subo nada a
este blog. La verdad es que al principio no paraba de repetirme a mi misma, que
no tenía tiempo, y que subiría una entrada en cuanto terminara el trabajo, el
puente, la semana de exámenes… Posponiéndolo constantemente, con excusas que
hacían que me sintiera más en paz conmigo misma. Ha sido solo hoy, cuando me he
sentado y recordado ese tiempo, en el que escribir no era una carga, ni una
responsabilidad, sino algo que ardía en ganas de hacer, cuando no podía esperar
a llegar casa, para así subir una nueva entrada, y al ver un nuevo comentario o
seguidor se me iluminaba la cara.
Recordar todo eso, me ha llevado a preguntarme ¿Qué ha
pasado, para que este blog, que antes era mi particular país de las maravillas,
se haya convertido en un lastre? ¿Cuándo fue el momento exacto en el que
sucedió ese, tan significativo, cambio? La respuesta, es más sencilla de lo que imaginé. Han pasado casi 3 años desde que
comencé este blog (con la inestimable ayuda de Elle/Ada), y en ese tiempo
tantas cosas han cambiado, yo misma sin ir más lejos, pero este blog sigue
exactamente igual, y no me refiero al diseño o al nombre. Puede que para la yo
de 13 años los libros fueran una de las cosas más importantes y un tema
apasionante del que hablar y debatir, pero la yo de aquí y ahora ya no opina lo
mismo. Esto no es de lo que quiero
hablar. Ahora mismo están pasando tantas cosas que requieren de nuestra
inmediata atención, y decidir si el triángulo amoroso de un libro juvenil está
bien o mal ejecutado (en mi opinión), no es una de ellas. Quiero debatir con
vosotros, quiero saber vuestra opinión, que os parece correcto o incorrecto,
cuales son vuestras ideas, pero sobre más asuntos que sobre novelas.
Y no me malentendáis, no estoy diciendo que leer sea
estúpido, (eso es casi como blasfemar.) Lo
único que trato de expresar (aunque soy horrible con las palabras), es que no
es lo que yo quiero hacer. Ayer hubo un debate electoral, y nada me apetecía
más, que subir un post dando mi opinión y contrastándola con la vuestra. Pero
no lo hice, porque pensé que no es eso lo que mis lectores, ni mis seguidores
buscan cuando teclean “La Octava Nota” en google.
Bueno, quizás después de tanto tiempo, ha llegado hora de
hacer reformas en esta pequeña casa. Y no sé qué saldrá de esto, ni si es la
mejor decisión que he tomado. Pero es lo que quiero hacer en este momento.
¿Seguirá habiendo reseñas en el blog? Sí, aunque no serán lo
único que suba, habrá escritos, reflexiones, comentarios, canciones, citas,
debates y todo lo que se me ocurra. Será un cajón del desastre, pero bueno, yo
misma soy un desastre.
Si habéis llegado hasta aquí, quiero agradeceros que sigáis
haciéndome caso (aunque soy una pesada sin remedio).
Gracias y perdón por todo.